Mas, por televisión

Mas, en la televisión belga, visto en un bar de Bruselas / Foto: @albertsegura_

Mas, en la televisión belga, visto en un bar de Bruselas 

Uno de los puntos en los que pivota el nacionalismo catalán (como todos) es el de falsear la realidad. Cerrar los ojos ante lo que está pasando, lo que le rodea a uno, y crear una historia que nada tiene que ver con las necesidades de los ciudadanos. Mentir, en definitiva. Hace unos días, un periodista catalán tuiteó que Artur Mas estaba “en un café del distrito europeo de Bruselas”. Adjuntó fotografía. Rápidamente, el jefe de prensa y comunicación del presidente autonómico, Joan Maria Piqué, comentó -también por Twitter- que “al final, trabajamos para este momento”. ¿Al final? ¿Para este momento? ¿Qué momento? Y, sobre todo, ¿con quién? La imagen es demoledora y definitiva: una fotografía que proyecta en el extranjero el Mas que tenemos en casa. Un presidente regional ante la total indiferencia de los clientes del bar. Será, este final, uno de esos éxitos de la diplomacia de la Generalitat. Una metáfora de los viajes políticos de Mas.