Irse

Nigel Farage: “Cuando vine aquí hace 17 años para liderar una campaña con el objetivo de irnos de la UE, ustedes se reían de mí. Ahora no se ríen de mí, ¿no?”.

Carles Puigdemont: “Lo único que podemos hacer es irnos [de España, y por tanto de la UE] lo antes posible”.

François Hollande: “Por no querer la libre circulación de personas los británicos perderán su acceso al mercado interior. A partir de ahora los populistas sabrán a lo que se exponen cuando propongan irse de la UE”.

Por un nuevo partido político en Cataluña

X aniversario del manifiesto que dio lugar a la creación de Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía.

X aniversario del manifiesto que dio lugar a la creación de Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía.

Junio de 2005

Después de 23 años de nacionalismo conservador, Cataluña ha pasado a ser gobernada por el nacionalismo de izquierdas. Nada sustantivo ha cambiado. Baste con decir que el actual gobierno ha fijado como su principal tarea política la redacción de un nuevo Estatuto de Autonomía. Muchos ciudadanos catalanes creemos que la decisión es consecuencia de la incapacidad del Gobierno y de los partidos que lo componen para enfrentarse a los problemas reales de los ciudadanos. Como todas las ideologías que rinden culto a lo simbólico, el nacionalismo confunde el análisis de los hechos con la adhesión a principios abstractos. Todo parece indicar que al elegir como principal tarea política la redacción de un nuevo Estatuto para Cataluña, lo simbólico ha desplazado una vez más a lo necesario.

La táctica desplegada durante más de dos décadas por el nacionalismo pujolista, en la que hoy insiste el Tripartito, ha consistido en propiciar el conflicto permanente entre las instituciones políticas catalanas y españolas e, incluso, entre los catalanes y el resto de los españoles. Es cada vez más escandalosa la pedagogía del odio que difunden los medios de comunicación del Gobierno catalán contra todo lo “español”. La nación, soñada como un ente homogéneo, ocupa el lugar de una sociedad forzosamente
heterogénea.

El nacionalismo es la obsesiva respuesta del actual gobierno ante cualquier eventualidad. Lo único que se le resiste son los problemas, cada vez más vigorosos y complicados. Por ejemplo, el de la educación de los niños y jóvenes catalanes. La política lingüística que se ha aplicado a la enseñanza no ha impedido que los estudiantes catalanes ocupen uno de los niveles más bajos del mundo desarrollado en comprensión verbal y escrita. Este es sólo uno de los más llamativos resultados de dos décadas de gestión nacionalista. Dos décadas en las que el poder político, además, ha renunciado a aprovechar el importantísimo valor cultural y económico que supone la lengua castellana, negando su carácter de lengua propia de muchos catalanes.

La decadencia política en que ha sumido el nacionalismo a Cataluña tiene un correlato económico. Desde hace tiempo la riqueza crece en una proporción inferior a la de otras regiones españolas y europeas comparables. Un buen número de indicadores cruciales, como la inversión productiva extranjera o las cifras de usuarios de internet, ofrecen una imagen de Cataluña muy lejana del papel de locomotora de España que el nacionalismo se había autopropuesto. Su reacción ha sido la acostumbrada: atribuir la decadencia económica a un reparto de la hacienda pública supuestamente injusto con Cataluña. Cabe recordar que una de las acusaciones tradicionales de la izquierda al anterior gobierno conservador había sido, precisamente, la de no saber gestionar con eficacia los recursos de que disponía y practicar una política victimista que ocultara todos sus fracasos de gestión. Poco tiempo ha necesitado el gobierno Tripartito para adherirse a esta reacción puramente defensiva, que, además, ha incurrido con frecuencia en la inmoralidad. Alguno de sus consejeros no ha tenido mayor inconveniente en afirmar que mientras el norte español trabaja, el sur dilapida.

No parece que el creciente aislamiento de Cataluña respecto de España y que su visible pérdida de prestigio entre los ciudadanos españoles, hayan contribuido a paliar esta decadencia.

Sin embargo, el nacionalismo sí ha sido eficaz como coartada para la corrupción. Desde el caso Banca Catalana hasta el más reciente del 3% (que pasará a la historia por haber provocado una de las más humillantes sesiones que haya vivido un parlamento español) toda acusación de fraude en las reglas de juego se ha camuflado tras el consenso. Un consenso que no sólo se manifiesta en los escenarios del parlamentarismo sino que forma parte del paisaje. Puede decirse que en Cataluña actúa una corrupción institucional que afecta a cualquier ciudadano que aspire a un puesto de titularidad pública o pretenda beneficiarse de la distribución de los recursos públicos. En términos generales, el requisito principal para ocupar una plaza, recibir una ayuda, o beneficiarse de una legislación favorable, es la contribución al mito identitario y no los méritos profesionales del candidato o el interés práctico de la sociedad.

Como las fuerzas políticas representadas hoy en el Parlamento de Cataluña se muestran insensibles ante este estado de cosas, los abajo firmantes no se sienten representados por los actuales partidos y manifiestan la necesidad de que un nuevo partido político corrija el déficit de representatividad del Parlamento catalán. Este partido, identificado con la tradición ilustrada, la libertad de los ciudadanos, los valores laicos y los derechos sociales, debería tener como propósito inmediato la denuncia de la ficción política instalada en Cataluña. Oponerse a los intentos cada vez menos disimulados de romper cualquier vínculo entre catalanes y españoles. Y oponerse también a la destrucción del razonable pacto de la transición que hace poco más de veinticinco años volvió a situar a España entre los países libres. La mejor garantía del respeto de las libertades, la justicia y la equidad entre los ciudadanos, tal y como se conciben en un Estado de Derecho, reside en el pleno desarrollo del actual régimen estatutario de las Autonomías, enmarcado en la Constitución de 1978.

Es cierto que el nacionalismo unifica transversalmente la teoría y la práctica de todos los partidos catalanes hasta ahora existentes; precisamente por ello, está lejos de representar al conjunto de la sociedad. Llamamos, pues, a los ciudadanos de Cataluña identificados con estos planteamientos a reclamar la existencia de un partido político que contribuya al restablecimiento de la realidad.

Félix de Azúa, Albert Boadella, Francesc de Carreras, Arcadi Espada, Teresa Giménez Barbat, Ana Nuño, Félix Ovejero, Félix Pérez Romera, Xavier Pericay, Ponç Puigdevall, José Vicente Rodríguez Mora, Ferran Toutain, Carlos Trías, Ivan Tubau y Horacio Vázquez Rial.

‘El Diluvio’ del siglo XXI

Joan Ferran, en el centro, acompañado de Joaquim Coll (izquierda) y Francesc Moreno (derecha), en la presentación de su libro en la sede de Societat Civil Catalana / Foto: DTG

Joan Ferran, en el centro, acompañado de Joaquim Coll (izquierda) y Francesc Moreno (derecha), en la presentación de su libro en la sede de Societat Civil Catalana / Foto: DTG

Joan Ferran acaba de publicar un libro que resume en breves pinceladas los últimos años de política catalana. El que fuera diputado autonómico del PSC y azote de CiU en los temas relacionados con TV3 recurre al izquierdísimo El Diluvio, y sus escritos anteriores a la Guerra Civil, como enganche con la actualidad.

En las páginas de su Noé, Ferran carga -con nombres y apellidos- contra los que abandonan el PSC en estos momentos, un partido que está lejos de controlar el Ayuntamiento de Barcelona, la Diputación de Barcelona, la Generalitat de Cataluña y el Gobierno de España. También reivindica su republicanismo frente a los servicios prestados por la monarquía parlamentaria que surgió de 1978. Y, cómo no, se deshace en elogios con los que “nos anuncian el paraíso independentista”, a los que -también con nombres y apellidos- califica de embusteros, mentirosos e irresponsables.

Nada mejor para resumir la política catalana de 2015 que acudir a noviembre de 1934; con hechos tan distintos, descripciones similares. Así describía El Diluvio la actualidad de entonces, hace 80 años:

“La estrechez de miras, el desconocimiento absoluto de la misión que corresponde a Cataluña en España son defectos de los dirigentes de nuestro gobierno autónomo. Esas faltas exigen completa reparación. Doloroso es lo sucedido pero puede enmendarse y a ello deben tender todos los esfuerzos del pueblo catalán. Y, en esta hora solemne de nuestra historia, lo que ante todo y sobre todo procede antes de emprender la nueva senda es devolver al país el sosiego, la paz perturbada por unos equivocados en un absurdo instante de obcecación”.

Unidad

En los últimos días, desde la Generalidad, los partidos independentistas (que lo son en mayor o menor grado), la ANC, las entidades del entramado secesionista y la prensa afín se ha recordado que “la unidad” de acción de todos ellos es fundamental. Una unidad con la vista puesta en el 9N. Todos buscan una “unión” que, declaración arriba declaración abajo, ya se practica. Sorprende que la palabra “unión” sea, ahora, no solo reclamada sino que puesta en valor por los mismos que utilizan el término “unionista” para calificar a los partidos políticos, entidades o prensa que han optado por situarse (en mayor o menor grado) a favor de que España siga teniendo los mismos límites territoriales actuales. Concepto, por cierto, que no es compartido por los señalados. Es decir, el término o palabrejo en cuestión tiene una carga positiva o negativa en función del que lo defienda. Unión, unión, unión fue lo que se reclamó el 12 de octubre en la Plaza de Cataluña de Barcelona, y lo mismo (unidad, unidad, unidad) siete días después. Eso sí, los segundos reclaman una unión a medias, pues consideran esta unidad de acción… de la mitad de la población. Y esto sin tener en cuenta uno de los lemas coreados en la asamblea ciudadana de Podemos, hace una semana, un lema conocido por todo el mundo: “El pueblo, unido, jamás será vencido”.

Sin preguntas, plumilla

Cuando un periodista va a una manifestación o concentración de personas y no encuentra lo que esperaba ver, el plumilla tiene dos opciones: o escribir lo que ve o bien dejar el texto tal y como lo tenía antes de ir a la concentración, pues es cuestión de prejuicios. Lógicamente, cuando ocurre lo segundo, en este caso, el texto se merece un fisking.

[Título] De l’àliga al polo de diumenge [ni hubo águila ni fue en domingo]

[Destacado 1] Darrer intent de normalitzar l’espanyolisme a Catalunya  [toda una declaración de intenciones del… periodista]

[Destacado 2] Tarragona ha viscut aquesta tarda una “festa reivindicativa” que congrega menys de 4.000 persones

Ja es van curar en salut. [¿quién? ¿por qué? ¿de qué?] Tenien clar que congregar massa gent [¿cuánto es mucha gente? ¿quién lo tenía claro?] a Tarragona en la jornada unionista d’aquesta Diada era molt complicat. Van voler evitar la guerra de xifres; però, tot i això, s’esperava més gent a Tarragona [¿quién lo esperaba, el redactor?]. La Guàrdia Urbana —controlada [se refiere a que la policía local depende de la Concejalía de Seguridad Ciudadana, pero la palabra control tiene más carga, claro] per un dels tres regidors del PSC de l’Ajuntament de Tarragona que han assistit a l’acte— han donat per bona la xifra de 7.000 persones, però els comptes no surten. [supongo que ahora vendrá un análisis pormenorizado de las personas que sí estuvieron en el acto] L’amfiteatre de Tarragona, amb una capacitat per a 800 persones s’ha omplert, i ha quedat força gent fora. [¿cuánta gente ha quedado fuera?] No hi havia més de 4.000 persones. [¡ea! ya ven, pedazo de análisis, no son 7.000 personas porque en el anfiteatro caben 800 personas y bastante gente se ha quedado fuera; nada se dice, por supuesto, de la gente que había en la rotonda, epicentro del evento] Però no cal entrar en aquesta guerra de xifres: [entre el redactor y la policía local] a Barcelona amb aquest nombre de gent no haurien pogut omplir ni un dels trams de la V de l’Assemblea. [y en Valdecarros hubiera sido la manifestación más grande de su historia, ¿a qué viene la comparación?].

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¿Dónde está la izquierda en Cataluña?

Para quienes no somos nacional-populistas, la nación es el resultado del quehacer de una sociedad, que tiene que manifestar en su diaria construcción los conflictos que se plantean entre intereses diversos. Nosotros podemos creer en la necesidad de la cohesión social, pero no podemos aceptar esa tramposa apreciación de Cataluña, más estética que cultural, sobre la que se establece la evaporación de los conflictos sociales, que pasan del estado sólido al gaseoso gracias a la renuncia a una cultura obrera, popular y nacional, que ha querido disolverse en una simple “cultura general” que a todos gratifica, que a todos concilia, y que al final a todos representa. En la liquidación de un espacio cultural propio, tan nacional como el de los nacionalistas, en la aceptación de un solo espacio común, se encuentra un grave error de perspectiva. Fragmentar a las clases populares a favor de la unidad del proyecto nacional es una de las expresiones más obvias y lacerantes, incluso observables en las encuestas electorales, que estamos sufriendo en estos tiempos. […] ¿Dónde están los instrumentos de la izquierda para hacer que Cataluña vuelva a ser una sociedad abierta, conflictiva, plural, reticente ante la hipertrofia simbólica, capaz de denunciar el temblor de la falsificación de quien dice firmar nuestros complejos procesos de identificación con la identidad simplificada de su nombre?

Ferran Gallego, en el blog de Joan Ferran

Daniel Fernández: “Si la cumbre se plantea como un contrato de adhesión es que Mas no está por el pacto fiscal”

El PSC está preparando el proceso de primarias que, por primera vez en Cataluña, será a través de un sistema abierto a la ciudadanía. El objetivo es acercar el partido a las personas y elegir al candidato socialista para la próxima cita electoral, prevista para 2014. Tras el peor resultado de su historia en unas elecciones autonómicas, Pere Navarro se hizo con la dirección del partido, sustituyendo a José Montilla, y ha confiado, entre otros, en Daniel Fernández, congresista y secretario de Organización del PSC. Es uno de los máximos responsables de la renovación total del PSC.

Daniel Fernández, el primero por la izquierda, junto a Pere Navarro, Antonio Balmón y Manel Bustos, la cúpula del PSC (foto: PSC).

En una entrevista para LA VOZ DE BARCELONA, Fernández ha explicado la posición del PSC sobre el pacto fiscal propuesto por CiU, también ha defendido la inmersión lingüística, que excluye el español como lengua vehicular en las escuelas de Cataluña, ha abogado por más políticas de izquierdas en Europa, con la esperanza que trae la socialdemocracia encabezada por el francés François Hollande, y el objetivo que se ha marcado el PSC a corto plazo: apoyar a la Generalidad para que salgamos de la crisis lo antes posible.

¿Qué sensación hay en el PSC tras la victoria de François Hollande y lo que esto significa para Europa?

Si la victoria de Hollande sirve, y esperamos que sí, para que la política ideológica de control del déficit sea superada por una política económica mucho más razonable, que es combinar el déficit con políticas de crecimiento, es una buena noticia. Pero no solo para los socialistas, es una buena noticia para cualquier catalán, o español, que sea consciente de que si seguimos por esta vía, la del déficit cero, podemos acabar exhaustos. Tenemos la esperanza de que la victoria de Hollande contribuya a cambiar la política económica en la línea socialdemócrata, que defienden distintos economistas de prestigio y que aplica Obama desde hace varios años (totalmente distinta a la que aplica Angela Merkel)… y que quiere el SPD alemán, que espero juegue un papel muy relevante en Alemania tras las próximas elecciones. Nunca la victoria de un socialista en Francia ha sido tan importante para los intereses de Cataluña y España.

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Barraycoa: “El nacionalismo sabe que necesita generar odio contra España”

Javier Barraycoa es un profesor universitario barcelonés que ha puesto negro sobre blanco las contradicciones del nacionalismo actual en un libro que desmonta los mitos defendidos por el catalanismo político a nivel histórico. En realidad, Barraycoa destapa historias, desde la anécdota a la categoría, que no se conocen ni se divulgan en Cataluña. No, al menos, en los libros escolares, ni en los foros políticos. El libro está siendo un éxito de ventas. Se lee cómodamente y está enfocado a la divulgación de la historia.

Historias ocultadas del nacionalismo catalán (Libros Libres, 2011) no será libro de cabecera de los políticos nacionalistas, pero lo leerán. El vicerrector de la Universidad Abat Oliba CEU de Barcelona y profesor en la Universidad de Barcelona, autor de varios libros desmitificadores de dogmas de la sociedad actual, plantea en esta obra más de 200 historias ocultadas por el establishment catalán. Desde la financiación de Mussolini a Macià para invadir Cataluña, al apoyo político y económico de destacados nacionalistas para que Franco ganara la Guerra Civil, pasando por la historia del presidente de la Generalidad Lluís Companys, que pasó buena parte de su vida con absoluta carencia del sentimiento nacionalista.

La obra del barcelonés Javier Barraycoa está siendo un éxito de ventas en toda España, sobre todo en Cataluña y la Comunidad Valenciana.

Más de dos centenares de historias y mitos incuestionables en Cataluña sobre los que se apoyan ciertas teorías y reivindicaciones políticas en la actualidad. Barraycoa siente una cierta melancolía de épocas en las que, entre intelectuales, se discutía y se respondían unos a otros con libros y manifiestos. No espera respuesta alguna a su libro. Quizás, porque no pueda haberla. El autor del libro ha charlado con LA VOZ DE BARCELONA sobre la historia de Cataluña, la actualidad política y algunos mitos del futuro.

¿Por qué un libro como este?

Principalmente, por la sorpresa de ver cómo en 30 años ha cambiado toda la sociedad catalana y he sido testigo de primera mano. El libro arranca por una experiencia con un amigo nacionalista que, tras discutir mucho de historia de Cataluña y darse cuenta que yo sabía mucha más historia de Cataluña que él -lo cuento en el libro-, me afirmó que el nacionalismo no tiene nada que ver con la historia, que es una pura actitud, una pura voluntad y, por lo tanto, no necesita de la historia. El libro es para recordar que sí tenemos que recurrir a la historia de Cataluña porque si no nunca entenderemos lo que es Cataluña.

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Unamuno, independentista catalán

Aparece una correspondencia de Miguel de Unamuno a Manuel Azaña. El vasco le escribe al alcalaíno que considera ‘justo’ que Cataluña se convierta en un ‘Estado absolutamente independiente’. Estamos en la Navidad de 1918:

‘Me preparé por lo menos las bases de la reunión de la nación española y la catalana ya que Cataluña  ha de acabar, y muy pronto, por separarse del todo del Reino de España y constituirse en Estado absolutamente independiente.  Justo es, pues, que España pierda ahora Cataluña. Y la perderá, no me cabe duda de que la perderá. La federación no es más que una hoja de parra’.

Estas cartas, que ha adquirido el Ministerio de Cultura y están todas dirigidas (no solo las del filósofo vasco) al que fuera presidente de la II República, se convertirán en el nuevo leitmotiv del nacionalismo catalán. No sería de extrañar, incluso, que Unamuno tuviera una calle en Barcelona (mejorando la actual plaza del extrarradio e igualándolo a su paisano Sabino Arana, bien situado en el barrio alto de la ciudad) y empezaran los honores institucionales. Así se crean lo mitos. Algo más difícil será que se lea al que fuera rector de la Universidad de Salamanca. Y más aún que se estudien su obra y biografía.

Y esto último no se hará -y menos en Cataluña- porque entonces habría que coger el diario de sesiones del Congreso de los Diputados de 1931 y recordar la defensa a ultranza que, uno de los más sabios que ha dado la intelectualidad española, hizo de la oficialidad de la lengua española en Cataluña y, sobre todo, la defensa de la libertad frente a la imposición:

“Señores diputados, el texto del proyecto de Constitución hecho por la Comisión dice: ‘El castellano es el idioma oficial de la República, sin perjuicio de los derechos que las leyes del Estado reconocen a las diferentes provincias o regiones’.

Yo debo confesar que no me di cuenta de qué perjuicio podía haber en que fuera el castellano el idioma oficial de la República (acaso esto es traducción del alemán), e hice una primitiva enmienda, que no era exactamente la que después, al acomodarme al juicio de otros, he firmado. En mi primitiva enmienda decía: ‘El castellano es el idioma oficial de la República. Todo ciudadano español tendrá el derecho y el deber de conocerlo, sin que se le pueda imponer ni prohibir el uso de ningún otro’. Pero por una porción de razones vinimos a convenir en la redacción que últimamente se dió a la enmienda, y que es ésta: ‘El español es el idioma oficial de la República. Todo ciudadano español tiene el deber de saberlo y el derecho de hablarlo. En cada región se podrá declarar cooficial la Lengua de la mayoría de sus habitantes. A nadie se podrá imponer, sin embargo, el uso de ninguna Lengua regional‘.

Entre estas dos cosas puede haber en la práctica alguna contradicción. Yo confieso que no veo muy claro lo de la cooficialidad, pero hay que transigir. Cooficialidad es tan complejo como cosoberanía; hay ‘cos’ de éstos que son muy peligrosos. Pero al decir ‘A nadie se podrá imponer, sin embargo, el uso de ninguna Lengua regional’, se modifica el texto oficial, porque eso quiere decir que ninguna región podrá imponer, no a los de otras regiones, sino a los mismos de ella, el uso de aquella misma Lengua. Mejor dicho, que si se encuentra un paisano mío, un gallego o un catalán que no quiera que se le imponga el uso de su propia Lengua, tiene derecho a que no se les imponga(Un señor diputado: ¿Y a los notarios?) Dejémonos de eso. Tiene derecho a que no se le imponga. Claro que hay una cosa de convivencia -esto es natural- y de conveniencia; pero esto es distinto; una cosa de imposición. […]”.

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Cataluña es mentira

Algunos se escandalizan por la elección de Pa Negre como representante del cine español ante Hollywood. La decisión de la Academia española desmonta, de entrada, un mito más que el nacionalismo catalán ha propagado gracias a sus sacerdotes de la fe: el cine en catalán nunca podrá aspirar a los Oscar. Vaya. Tendrán que inventarse otro dogma. En Cataluña sobran videntes y subvencionados. Si seguimos siendo uno de los cuatro motores de España es por puro milagro, por simple casualidad, pese a todos los esfuerzos de los políticos nacionalistas, empeñados en que dejemos de ser Nueva York para convertirnos en Albania. En esto están.

En nuestra Comunidad, de una pregunta de una televisión privada se puede llegar a hacer causa militar. En la web de Antena 3 consideran oportuno preguntar por la idoneidad de que Pa Negre acuda a los Oscar en representación de España. Menuda chorrada de pregunta. Y esto es noticia. Pero se considera normal, forma parte del paisaje, que en la televisión autonómica pública se pregunte por todo menos por lo que le preocupa a los ciudadanos, según las encuestas: el paro y los recortes sociales.

Así, durante este mes de septiembre, en los 18 días en que Els Matins, de TV3, ha tenido oportunidad de hacer la pregunta del día: cinco veces se ha hecho por temas lingüísticos, con preguntas tan inocentes como: ‘¿Creéis que España combate la pluralidad lingüística?’ o ‘¿Creéis que la sentencia del TSJC sobre la inmersión lingüística está politizada?’, cuatro veces por temas identitarios, con preguntas taninocentes como: ‘¿Os sentís cada vez más alejados de España?’ o ‘¿Veis posible un frente común de los partidos catalanes en Madrid?’, dos veces por temas religiosos, dos veces por la prohibición de las corridas de toros, una vez por Guardiola, otra por Strauss-Kahn y tres veces por políticas de actualidad (impuesto de Patrimonio, recortes y déficit y relaciones de CiU con PPC o ERC). Como si los recortes en sanidad y educación fueran cosa del pasado.

Cataluña es Matrixdice José García Domínguez (aunque la autoría de la analogía es cosa de Juan Carlos Girauta). Creo que Cataluña es mentira, que viene a ser lo mismo. El Parlamento autonómico se dedica a opinar en lugar de a legislar, mientras no soluciona los problemas sobre los que sí tiene competencia. Se votan mociones, como las de este jueves (en teoría), sobre competencias que no tiene el Parlamento autonómico, como la de que no se multe por incumplir la ley para que se puedan manipular las matrículas de los vehículos, o se aprueban textos contra los tribunales de Justicia. O se dedican, nuestros políticos de cercanía, a debatir sobre una reforma constitucional que ya está hecha y de la que no tienen competencias para modificar ni una coma. Es un gran teatro, me dijo no hace mucho uno de los diputados autonómicos del PSC.

Los políticos nacionalistas son los únicos que desprecian las instituciones catalanas.No creen en ellas. Por eso las maltratan desprestigiándolas al precio que sea. Opinando de aquello y lo otro y aprobando mociones que no tienen ningún valor. El nacionalismo hay que conllevarlo -como bien dijo Ortega y Gasset- pero los políticos deberían tener un mínimo de dignidad para saber conllevarse. Juegan, en definitiva, a ver quién tiene más tarjetas de colores del Monopoly -sus compinches con antiguo abolengo son más del Hotel-. Juegan a hacer ver que Cataluña es un estado. Se dedican a dejar de lado los temas que les compete y pierden el tiempo y desgastan las (in)cómodas almohadillas rojas de los escaños del Palacio de la Ciudadela.

En definitiva, llevan muy mal lo de la división de poderes. Por lo visto, lo del estado de derecho todavía no ha llegado a oídos de los nacionalistas en Cataluña. ¡Menos mal que el Tribunal Constitucional tumbó enterito el apartado judicial del Estatuto de 2006! Lean con atención: separación de poderes. Es lo mínimo imprescindible para diferenciar una democracia de una dictadura. Los poderes. Los parlamentos, legislan; los ejecutivos, gobiernan; y los judiciales, interpretan las leyes. Lo saben pero hay que recordárselo de vez en cuando.

Y en estas cuelan una y otra vez que el pueblo de Cataluña es soberano y que el Parlamento autonómico tiene la representación de esta soberanía. Podría haberlo sido, no digo que no, pero no lo fue nunca y no lo es ahora. En el Parlamento de Cataluña recae la autonomía, como en los ayuntamientos; autonomía para legislar sobre las competencias que le son transferidas o cedidas por las Cortes Generales y, siempre, dentro de la Constitución. Pero la soberanía la tiene, únicamente, el pueblo español, y por delegación las Cortes Generales. Esta diferencia, evidente a ojos de cualquiera, ha sido, además, especificada en varias ocasiones por los tribunales(aquellos que interpretan las leyes, ¿recuerdan?).

Termino, debo irme al Parlamento autonómico a informar de la comisión parlamentaria creada para debatir sobre el ‘Diseño de parchís y puzzle de la casita de cartón recortable’. Es cierto, no han creado dicha comisión, aunque podrían haberlo hecho. Pero no se preocupen que la prensa, ya sea la pública o la concertada, les informará de ello. ¡Que no termine la fiesta!

La Voz de Barcelona

El error Artur Mas

El presidente de la Generalitat votó ‘sí’ en la consulta independentista no vinculante organizada, sin las mínimas garantías de veracidad, por independentistas. Una chirigota catalana. La consulta en Barcelona lleva cuatro meses y la fecha del 10 de abril es solo el último día para votar. ¡Hasta te llevan la urna a casa! Al margen del ridículo, por la participación sobre todo, Artur Mas cometió este jueves un error político garrafal que le marcará el resto de legislatura.

1. Las formas. A escondidas y sin imagen gráfica (al menos, de momento). ¿Por qué? ¿Se avergüenza? Entonces, ¿por qué lo ha hecho público? Votó como un ciudadano más, dice, y por eso no lo publicitó. Mas no es un ciudadano más. Hasta cuando duerme es el presidente de la Generalitat. También cuando se ducha. Y también cuando practica un hobby, como este de jugar a ser un Estado. Fueron un error las formas, Joan Puigcercós (ERC) ya se lo ha recriminado, con razón. Solidaritat no tardará, y sacará rédito político de ello. Será tema recurrente para sus rivales políticos. No ha sido coherente. Ese jueves, además, participó horas después en la presentación de un libro del Ejército.

2. Artur Mas, el independentista. Ya no hay dudas. Ni término medio. Ni máscara ambigua que esconda la hipotética transversalidad de los dirigentes y militantes de CiU. Uno de los valores que permitieron a Jordi Pujol (CiU) gobernar durante 23 años la Generalitat fue su doble moral, su doble rasero, su milimétrica y estudiada ambigüedad. Mas se la ha cargado en menos de 100 días al frente del Ejecutivo autonómico. Se perdió para siempre el sí pero no, el …tot i que. Y lo tenía fácil. El mismo Pujol –otrora, español del año para Abcya había votado en la consulta independentista. También los cuadros de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC). Mas no tenía necesidad y había jugado con las palabras a la perfección. Ha sido un error estratégico, mas aún cuando es una consulta insignificante. No puede sacar rédito político y sí críticas. No ganará un votó -de los de verdad- y sí desconfianza.

3. ¿Por qué no en el Parlamento autonómico? De aquí a unos días, el Parlamento autonómico debatirá una propuesta de ley para declarar la independencia de Cataluña. Es ilegal y no pasará de ahí, si llega a aprobarse. Pero CiU y Mas lo pasarán mal. ¿Se abstendrá en esa votación días después de que haya votado a favor de la secesión de Cataluña? ¿Por qué? No hay un solo argumento que permita defender esa posición. Se lleva muchos años creando una falsa espectativa. Ahora toca votar en el Parlamento autonómico. Es un error haber participado en la consulta días antes de tener que votar en la Cámara del Parque de la Ciudadela.

4. Futuros pactos. Es una decisión que parece poco inteligente en la actual coyuntura política. Todo indica (las encuestas) que en 2012 el PP ganará las elecciones generales. Si es por mayoría absoluta, el sueño de Mas (y de la popular Alicia Sánchez-Camacho) en forma de pacto fiscal o concierto económico deberá aplazarse. Si Mariano Rajoy (PP) gana por minoría, Mas (y Josep Antoni Duran i Lleida) estará ahí para apoyarle a cambio de más transferencias y una revisión de la LOFCA, que se venderá como pacto fiscal. Sin embargo, ¿puede pactar Rajoy con un independentista? ¿Qué argumentos puede poner encima de la mesa el PP para defender un pacto con un líder secesionista después de llevar siete años criticando el pacto del PSC con ERC? Ha sido un error de Mas participar en la consulta independentista en estos momentos porque, en la supuesta negociación con Rajoy, su voto pesará en el debe de CiU. El PP le pedirá más, es decir, menos, para pactar.

La Voz de Barcelona

Cosas que se aprenden viendo TV3

  • El catalán es una lengua que está en inminente peligro de desaparición.
  • En Cataluña nunca hay corrupción.
  • En Cataluña no hay aficionados al Real Madrid; de hecho, Cataluña solo tiene un equipo de fútbol: el Barça.
  • Hamás es una organización pacifista, desarmada y laica.
  • Los conservadores (PP, 14 escaños en el Parlamento regional) y los ecosocialistas (ICV, con 12 escaños) tienen una cobertura mediática y tratamiento abismalmente distintos. Ni les cuento Ciudadanos (3 escaños).
  • Nadie pone en duda la eficacia del sistema educativo, ni que la hecatombe del cambio climático llegará en cuestión de horas.
  • Nadie pone en duda que Obama es la gran esperanza del mundo.
  • Los seguidores de Fernando Alonso que llenan las gradas del circuito de Montmeló son todos asturianos.
  • Terra Lliure fue una organización armada, que no terrorista.
  • El presidente regional se llama José, pero el presidente de Aragón, también regional, se llama Marcel·lí.

[Adaptación libre de la relación de Carlos López, vía Queridos Camaradas]

El Parlamento de Cataluña durante la II República

El Área de Archivo del Parlamento autonómico de Cataluña ha digitalizado (todo en PDF) el Diario de Sesiones de la cámara regional de la II República. La primera acta (elección de la Mesa de la cámara) data del 6 de diciembre de 1932 y la última del 1 de octubre de 1938 (ya en plena Guerra Civil). Entre una y otra fecha se puede comprobar el vacío parlamentario que se vivió en el hemiciclo del Parque de la Ciudadela entre el 5 de octubre de 1934 (el día anterior a que Lluís Companys rompiera el orden republicano legal invocando el Estado Catalán, por el que fue detenido, juzgado y encarcelado) y el 29 de febrero de 1936 (con la lectura del telegrama de Manuel Azaña, presidente del Consejo de Ministros, permitiendo al Parlamento regional volver a realizar su función legislativa tras la suspensión de sus actividades).

El estallido de la Guerra Civil paralizó la actividad del Parlamento de Cataluña del 21 de julio de 1936, sesión prevista el 17 de julio, al 18 de agosto de 1937. En el Diario de Sesiones del 21 de julio (de una sola página) el presidente de la cámara Joan Casanovas dice:

Dadas las circunstancias [el pronunciamiento militar se produjo el 18 de julio] que requieren la máxima atención del Gobierno [regional] y de los señores Diputados de este Parlamento, así como visto el número de Diputados presentes [no cita ni el número ni el nombre], propongo que se levante la sesión, y para la próxima se avisará a domicilio. (Asentimiento). Queda acordado. Para las resoluciones urgentes, esta Presidencia procurará reunir la Diputación Permanente.

En ese mismo documento se han adjuntado tres hojas más anexas. Son las deliberaciones de la Diputación Permanente de la Cámara regional. El mismo 21 de julio toma cinco decisiones de las que cabe destacar tres: (uno) destinar 3 millones de pesetas, ‘para satisfacer una paga extraordinaria’, a los militares que han mantenido fidelidad a la ‘legalidad republicana’; (dos) aprobación de un Decreto-Ley para cubrir los gastos ‘urgentemente requeridos’ por Orden Público; y (tres) mostrar ‘el profundo dolor’ por la muerte del diputado regional Amadeu Colldeforns, que aunque no lo explique el texto de la Diputación Permanente sabemos que falleció el 19 de julio en los enfrentamientos con los sublevados. El resto de decisiones son transferencias de crédito y pagos de sueldos.

La siguiente sesión, 18 de agosto de 1937, se decide que no se volverán a convocar elecciones hasta que ‘no sea vencida la subversión militar fascista’ y a los tres meses de que esto ocurra, obligación que recaía en el presidente de la Generalidad según el artículo 33 del Estatuto Interior de Cataluña.

Suñé o la técnica del ventilador

Tras las acusaciones directas, tanto a mi persona como a los colaboradores del diario-blog que dirijo, me veo en la obligación de responder públicamente a Lluís Suñé, concejal de Torredembarra de Alternativa Baix Gaià, marca municipal de ICV, formación liderada, entre otros, por el consejero de Interior de la Generalidad Joan Saura y el diputado en el Congreso Joan Herrera.

Tanto desde su blog -el pasado lunes-, como en una entrevista para El Periódico de Extremadura y otra para TV3 -este jueves- Suñé ha utilizado la técnica del ventilador para responsabilizar de lo ocurrido, es decir, eludir él la mayor culpa posible, a LA VOZ DE BARCELONA.

El relato de los hechos

Los hechos, para el que todavía no lo tenga claro, son los siguientes. El pasado domingo al mediodía -a las 14.19 horas– Suñé colgó en su blog una imagen, desgraciadamente hoy día ya por todos conocida. Menos de diez horas después -todavía siendo domingo, 23.55 horas– nos hacemos eco en nuestro diario-blog, al considerar noticiable que un concejal, que cobra del erario público, se mofe de tal manera de los ciudadanos de Extremadura utilizando como excusa la publicación de las balanzas fiscales.

El lunes, a las 9.53, Suñé publica un post en su blog acusándome directamente de estar al ‘servicio del nacionalismo español’ por, entre otras cosas, buscar el ‘enfrentamiento’ al publicar en nuestro diario-blog lo que el concejal había colgado en su blog.

Por algún motivo ajeno a nosotros, alguien envía vía mail nuestra noticia, que recoge la publicación de la imagen desdichada en el blog de Suñé, a diferentes medios de comunicación de Extremadura y a las instituciones políticas autonómicas de la comunidad extremeña.

Es la madrugada del martes al miércoles cuando la edición digital del Hoy publica un breve texto, extraído de nuestra noticia, anunciando la mofa del concejal de Torredembarra en su blog. El miércoles, el Gobierno autonómico, en voz de la vicepresidenta, Dolores Pallero, asegura que tomarán las medidas legales que corresponda por si la imagen que Suñé colgó en su blog, e hizo suya, fueran constitutivas de delito.

Como es lógico, es en ese momento cuando las agencias de noticias y el resto de medios digitales, primero, y off-line después, rebotan la noticia de la imagen, del concejal y de las declaraciones de la vicepresidenta de la Junta de Extremadura.

Este jueves, El Periódico de Extremadura publica la única entrevista-tipo a Suñé en toda la prensa española, y TV3, poco antes de las 10 de la mañana, le entrevista en directo.

Ensucia, que algo queda

En todas y cada una de las intervenciones relevantes de Suñé -su blog, El Periódico de Extremadura y TV3-, el concejal de la marca municipal de ICV en Torredembarra ha cargado contra el director y los colaboradores de LA VOZ DE BARCELONA. Ahora es el momento de responder, aclarar, puntualizar, desmentir y, por lo tanto, destapar algunas acusaciones falsas que Lluís Suñé ha hecho hacia mi persona y hacia este diario-blog.

En su primer ataque frontal, publicado en su blog el lunes a las 9.53 minutos, Suñé escribe:

‘[…] A parte de esto [de ser nacionalistas españoles] se dedican a intoxicar informativamente, como es el caso del artículo que publicaba hoy un diario digital que lo llaman “La voz [sic] de Barcelona”. Un artículo que intenta buscar el enfrentamiento, utilizando el post que colgué ayer. El director de “La voz [sic] de barcelona [sic]” se llama Daniel Tercero, conocido periodista al servicio del nacionalismo español.’

Como se puede comprobar, para el señor Suñé, que fue en las pasadas elecciones generales el número uno de la lista de ICV por Tarragona, el enfrentamiento lo busca quien publica y se hace eco de lo que él mismo ha colgado en su blog pocas horas antes. Según Suñé, no es enfrentamiento pedir que se apadrine un niño extremeño por 1.000 euros, entendemos, pero sí es enfrentamiento si un modesto diario-blog se hace eco que eso lo solicita un concejal de ICV.

Como no tenía, porque no los tiene ni los tendrá, argumentos más sólidos, lo mejor es finalizar un texto con el ya conocido tú eres nacionalista español, muy típico en los políticos nacionalistas catalanes, que consideran nacionalista español al que no coincide con el nacionalismo catalán. Es decir, el ya clásico o conmigo o contra mi.

El segundo ataque directo contra mi persona y los firmantes en LA VOZ DE BARCELONA se produjo este jueves en la entrevista de El Periódico de Extremadura, entrevista en la que también pide perdón a los extremeños que se hayan podido sentir ofendidos, igual que lo ha hecho desde su blog.

En esta entrevista, Suñé al ser preguntado por el motivo por el que subió la imagen a su blog, asegura que:

‘El primer medio que ha publicado este tema es un periódico digital, La Voz de Barcelona , y si se mira quién es el director y los que escriben, todos tienen militancia de la extrema derecha. Su titular “el independentista de Iniciativa se mofa de los extremeños” creo que es muy bestia, exagerado.’

Exagerado. Bestia. Eso es lo que considera Suñé el titular de nuestro diario-blog, que en realidad fue: ‘Un concejal independentista de ICV en Torredembarra se mofa de Extremadura’. Suñé es concejal, Suñé es independentista, Suñé pertenece a la marca local de ICV, Suñé es de Torredembarra y Suñé se mofa de Extremadura. ¿Dónde está la exageración? Titular, por cierto, que no difiere prácticamente del que publicó El Periódico de Catalunya, poco sospechoso de su afinidad ideológica, el mismo jueves (página 18) ‘La mofa de un concejal de ICV desata las iras en Extremadura’.

El señor Suñé asegura que todos los que escribimos en LA VOZ DE BARCELONA tenemos militancia en la extrema derecha. Algo que es totalmente falso y, anuncio aquí y ahora, que tomaremos las medidas legales para defendernos judicialmente de esta gravísima acusación. Es más, ni en la extrema derecha ni en ningún partido -habla de militancia, el señor Suñe- de ninguna ideología. Ni uno solo de los colaboradores de LA VOZ DE BACELONA pertenece a ningún partido político.

Al ser preguntado por la polémica que se ha creado y si la esperaba, el concejal asegura que:

‘La verdad es que no, en ninguno de los casos. Me gustaría que el origen, este señor, Daniel Tercero, también se publicase algo de él y se vería que está explicando auténticas mentiras como que en Cataluña el castellano está ahogado y va a desaparecer…’

Es decir, que no esperaba la polémica pero él no es el responsable, sino que lo es el director de LA VOZ DE BARCELONA. Y me acusa de explicar auténticas mentiras, que por otro lado ni ha demostrado ni podrá hacerlo, porque jamás he dicho nada parecido. Señor Suñé, el castellano no está ahogado ni va a desaparecer, que le quede claro. Lo que pasa es que en Cataluña no se cumple la ley en materia lingüística en las escuelas, lo único que he escrito y seguiré haciéndolo -mientras no se cumpla la ley- es que en Cataluña no se puede escolarizar a un niño en castellano, como marca la ley de política lingüística, el Estatuto de Autonomía de Cataluña y la Constitución, marco jurídico que todos los ciudadanos nos hemos dado para la tranquila, feliz y democrática convivencia.

Poco después, Suñé olvida las fechas o miente descaradamente para argumentar y descargar la fuerza de la carga en el mensajero:

Pregunta de El Periódico de Extremadura: Sin embargo, La Voz de Barcelona solo se hace eco de algo que usted publicó en su blog.

Respuesta de Suñé: Pero esa entrada ya hace días que estaba colgada en la web y no había ninguna polémica. Cuando este señor pone que se mofa de los extremeños se crea.’

Menos de diez horas, señor Suñé. Ni medio día después -por lo tanto, nada de “hace días”- de que el concejal colgase en su blog la imagen ya estaba en LA VOZ DE BARCELONA. Y, otra vez, me remito al DRAE para ratificar que la palabra mofa es la más correcta -como también le pareció al redactor de El Periódico de Catalunya– para calificar la acción de Suñé en su blog.

Finalmente, Suñé volvió a citarme personalmente y al diario-blog en la entrevista que concedió a TV3. Las palabras exactas fueron:

“hay interiorizado un odio hacia un pueblo, por parte de sectores, y que evidentemente han utilizado una imagen que es errónea, y que, de hecho, el origen nos viene de un diario digital en el cual su director tiene vínculos políticos, como es LA VOZ DE BARCELONA, que es el que bautiza que ‘el concejal de Iniciativa se mofa de los extremeños’ y es el que divulga una cosa que no tenía que haber salido de aquí”

Es decir que el culpable, “el origen”, es de LA VOZ DE BARCELONA porque consideramos noticia algo que Suñé publicó en su blog. Volvemos al recurrente matar al mensajero. Señor Suñé, ¿colgó usted la imagen en su blog? Dentro de poco, pretenderá hacer creer que fuimos desde este modesto diario-blog los que le subimos a internet la patética imagen en la que se mofaba de los extremeños. Imagen, por cierto, que ni siquiera realizó el concejal pero sí asumió como suya cuando animó a suscribir la falsa campaña de apadrinamiento.

Insiste, el concejal Suñé, en atribuirme “vínculos políticos”. ¿Qué es “vínculos políticos”, señor Suñé? ¿Conocer a algunos dirigentes políticos de ámbito local o autonómico? ¿Conocer a dirigentes de ERC o CiU, es tener vínculos políticos con esos partidos? ¿Y si además también tengo contacto con dirigentes de Ciudadanos, PP, UPyD y PSC? Señor Suñé, ni milito ni he militado en ningún partido político, pero como todos los periodistas mantengo contactos permanentes con diferentes dirigentes de todos los partidos políticos.

Rechazo las amenazas

Como director de LA VOZ DE BARCLONA aprovecho también este texto para denunciar públicamente las amenazas que el señor Suñé ha recibido, según ha relatado él mismo, tanto vía telefónica como en los comentarios de su blog, que ha tenido que desactivar, como consecuencia por publicar la citada, en repetidas ocasiones, imagen.

Finalmente, quiero dejar constancia como resumen que mal servicio a la política, al periodismo y a la democracia en general ha hecho el señor Suñé con las acusaciones, sin argumento, falsas y totalmente gratuitas, a LA VOZ DE BARCELONA por el único pecado de haber sido los primeros en hacerse eco de lo que él había publicado en su blog.

La Voz de Barcelona

Mentiras a una celebración

Henry Kamen es un prestigioso historiador e hispanista británico, que hace pocos meses publicó su última obra titulada Felipe V: el rey que reinó dos veces, y que en diversas ocasiones ha conseguido irritar al nacionalismo catalán con declaraciones históricas de gran calado. De todas ellas la más clara es la opinión que tiene el historiador de los hechos ocurridos el 11 de septiembre de 1714 en Barcelona.

El historiador, tras una serie de investigaciones, que no han necesitado ser muy exhaustivas para mostrar hechos reales tal y como sucedieron, ha redactado una serie de acontecimientos que la historia nacionalista-separatista catalana ha ido desfigurando a lo largo del tiempo, principalmente desde finales del siglo XIX, momento en el que se configura el catalanismo, paso previo del actual nacionalismo y que seguramente dará paso a una fuerza separatista radical. Estos acontecimientos que el nacionalismo catalán abandera como fuerza nacional catalana contra las tropas españolas y que tienen en el 11 de septiembre de 1714 su punto de celebración –hay que ser un poco masoquista para celebrar una derrota- como día nacional catalán son hechos de resistencia local, es decir, la resistencia de las tropas del archiduque Carlos y pretendiente al trono real español, no olvidemos esto último, es básicamente en Barcelona y no en toda Cataluña como quieren hacernos ver los perdedores de hoy. Además, la resistencia al ataque borbónico que se lleva a cabo en la ciudad condal tiene una duración de trece meses, con lo cual la fecha del once se septiembre no es más que la fecha de la última derrota, pero ¿por qué no nos recuerdan la fecha del inicio del sitio? O mejor aún, ¿por qué no celebramos durante trece meses el día nacional de Cataluña?

Una de las mayores mentiras que se han contado y se siguen contando, sobre todo por los historiadores y profesores universitarios, es que la guerra fue entre catalanes y españoles. Como si hubiese sido una guerra entre dos naciones o dos estados. Algo que es totalmente falso, ya que la lucha fue entre partidarios del pretendiente borbónico Felipe de Anjou y partidarios del pretendiente Carlos de Austria. Recordemos, nuevamente, que era una guerra civil española, del siglo XVIII, y una guerra civil no es una guerra entre territorios si no que es una guerra entre dos bandos de un mismo territorio. Algo parecido sucede con la guerra civil de 1936 – 1939, los nacionalistas catalanes dicen algo así como que Cataluña perdió la guerra civil y la ganó Franco. Pues vaya falacia. La guerra civil (la del siglo XX sobre todo) la ganan unos y la perdemos todos. Y en el bando borbónico, el que sitiaba Barcelona, encontramos, según el historiador Kamen, a muchos catalanes y muchos de la Corona de Aragón.

Pero esto no es todo, no solo el ejército borbónico tenía contingentes de catalanes, si no que la mitad, aproximadamente, del ejército sitiado estaba compuesto por alemanes. Que siete días antes del 11 de septiembre, el día 4, Rafael Casanova rechazara una rendición digna con Berwick, que estaba al mando de las tropas borbónicas, tampoco se cuenta en las universidades y libros pro-separatistas catalanes. Que las pérdidas de las tropas sitiadas fue de 6000 combatientes, aproximadamente, sí se cuenta, pero que en el otro bando murieron alrededor de 2000 soldados no se cita en ningún sitio. Que entre Casanova y Villarroel no existía buena sintonía lo demuestra la dimisión de este último tras rechazar la propuesta de paz del 4 de septiembre, y no como quieren vendernos ahora los nacionalistas catalanes de que tanto uno como otro son héroes de la patria por la defensa de unos valores, unos sentimientos y una tierra, que realizaron juntamente.

Pero para demostrar, una vez más, que el nacionalismo es obtuso, cerrado e irreal, sólo tenemos que ver el siguiente dato. El héroe de la nación, Rafael Casanova, que defendió casi hasta la muerte su tierra, estaba ya apenas cinco años después en Barcelona, ejerciendo de abogado, viviendo en una casa de gente bien asentada, con dos criados y con numerosas posesiones adquiridas por parte de la familia de su esposa. ¡Qué héroe y cuánto perdió Cataluña! ¡Menuda represión!

Claro que todo esto no lo cuentan los libros -subvencionados- de los estudiantes en las escuelas, los institutos y menos aún, los libros que se recomiendan en las universidades. Tiene que venir un historiador británico a explicarnos nuestra historia, la historia de una guerra civil en el siglo XVIII, una guerra en la que muchos catalanes perdieron pero muchos otros ganaron, igual que el resto de españoles. Una guerra que el nacionalismo catalán cree –o quiere hacernos creer- que perdimos todos los catalanes. Una guerra que perdió el nacionalismo catalán.

Diario Siglo XXI