El presidente de la Generalitat votó ‘sí’ en la consulta independentista no vinculante organizada, sin las mínimas garantías de veracidad, por independentistas. Una chirigota catalana. La consulta en Barcelona lleva cuatro meses y la fecha del 10 de abril es solo el último día para votar. ¡Hasta te llevan la urna a casa! Al margen del ridículo, por la participación sobre todo, Artur Mas cometió este jueves un error político garrafal que le marcará el resto de legislatura.
1. Las formas. A escondidas y sin imagen gráfica (al menos, de momento). ¿Por qué? ¿Se avergüenza? Entonces, ¿por qué lo ha hecho público? Votó como un ciudadano más, dice, y por eso no lo publicitó. Mas no es un ciudadano más. Hasta cuando duerme es el presidente de la Generalitat. También cuando se ducha. Y también cuando practica un hobby, como este de jugar a ser un Estado. Fueron un error las formas, Joan Puigcercós (ERC) ya se lo ha recriminado, con razón. Solidaritat no tardará, y sacará rédito político de ello. Será tema recurrente para sus rivales políticos. No ha sido coherente. Ese jueves, además, participó horas después en la presentación de un libro del Ejército.
2. Artur Mas, el independentista. Ya no hay dudas. Ni término medio. Ni máscara ambigua que esconda la hipotética transversalidad de los dirigentes y militantes de CiU. Uno de los valores que permitieron a Jordi Pujol (CiU) gobernar durante 23 años la Generalitat fue su doble moral, su doble rasero, su milimétrica y estudiada ambigüedad. Mas se la ha cargado en menos de 100 días al frente del Ejecutivo autonómico. Se perdió para siempre el sí pero no, el …tot i que. Y lo tenía fácil. El mismo Pujol –otrora, español del año para Abc– ya había votado en la consulta independentista. También los cuadros de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC). Mas no tenía necesidad y había jugado con las palabras a la perfección. Ha sido un error estratégico, mas aún cuando es una consulta insignificante. No puede sacar rédito político y sí críticas. No ganará un votó -de los de verdad- y sí desconfianza.
3. ¿Por qué no en el Parlamento autonómico? De aquí a unos días, el Parlamento autonómico debatirá una propuesta de ley para declarar la independencia de Cataluña. Es ilegal y no pasará de ahí, si llega a aprobarse. Pero CiU y Mas lo pasarán mal. ¿Se abstendrá en esa votación días después de que haya votado a favor de la secesión de Cataluña? ¿Por qué? No hay un solo argumento que permita defender esa posición. Se lleva muchos años creando una falsa espectativa. Ahora toca votar en el Parlamento autonómico. Es un error haber participado en la consulta días antes de tener que votar en la Cámara del Parque de la Ciudadela.
4. Futuros pactos. Es una decisión que parece poco inteligente en la actual coyuntura política. Todo indica (las encuestas) que en 2012 el PP ganará las elecciones generales. Si es por mayoría absoluta, el sueño de Mas (y de la popular Alicia Sánchez-Camacho) en forma de pacto fiscal o concierto económico deberá aplazarse. Si Mariano Rajoy (PP) gana por minoría, Mas (y Josep Antoni Duran i Lleida) estará ahí para apoyarle a cambio de más transferencias y una revisión de la LOFCA, que se venderá como pacto fiscal. Sin embargo, ¿puede pactar Rajoy con un independentista? ¿Qué argumentos puede poner encima de la mesa el PP para defender un pacto con un líder secesionista después de llevar siete años criticando el pacto del PSC con ERC? Ha sido un error de Mas participar en la consulta independentista en estos momentos porque, en la supuesta negociación con Rajoy, su voto pesará en el debe de CiU. El PP le pedirá más, es decir, menos, para pactar.