La posverdad catalana

Pregunta del Informe PISA 2015 realizada a los alumnos de Cataluña.

Pregunta del Informe PISA 2015 realizada a los alumnos de Cataluña.

Hace unos días dieron a conocer los resultados del Informe PISA 2015 encargado por la OCDE. La educación (comprensión lectora y competencias matemática y científica) mejora en España, pero no lo suficiente para el nivel de país que nos gustaría.

Como suele ocurrir en estos casos, el informe ha servido para que algún que otro destacado y mediático pundit nacionalista asegure que el sistema de inmersión lingüística obligatorio que se aplica en las escuelas de Cataluña (único en Europa, ya que los niños no pueden escolarizarse en su lengua materna siendo esta oficial) es la repanocha. Algunos sabelotodo han afirmado que “los alumnos catalanes entienden la lengua castellana mejor que los españoles”. Tal cual.

Seguir leyendo

De lengua materna a lengua propia

““La lengua propia de Cataluña es el catalán”, reza el Estatut, luego el resto son impropias, lo mismo el castellano que el urdu. Da igual que el castellano sea la lengua materna de la mayoría de los catalanes, porque la lengua materna ya no importa, esa pantalla ya la hemos pasado, por utilizar ese lenguaje infantiloide tan en boga. Resulta que la única lengua propia –un concepto que no existe en ningún otro ordenamiento jurídico– de Cataluña es el catalán. Los nacionalistas personifican la nación y la lengua y tienden a despersonalizar al individuo, al ciudadano. A diferencia de la Constitución de 1978, que supera el nacionalismo lingüístico castellanista del franquismo al hablar de las “demás lenguas españolas” en referencia al catalán, el gallego y el euskera, el Estatut no considera recíprocamente el castellano una lengua catalana, precisamente porque ese artículo del Estatut se fundamenta en el dogma del nacionalismo lingüístico en que, por otra parte, se basa la invención del derecho a decidir. “Lengua propia” y “derecho a decidir”, dos conceptos correlativos inventados por los nacionalistas para ajustar la realidad a sus propósitos. No es casualidad que los nacionalistas desechen ahora el concepto de lengua materna, que tanto utilizaron durante la dictadura y la transición, y lo sustituyan por el concepto de lengua propia, mucho más adecuado a su proyecto regresivo de construcción identitaria. Insisten en identificar lengua, nación y Estado. Para ellos, los catalanes somos una nación porque tenemos una única lengua propia, y precisamente porque somos una nación tenemos derecho a constituir un Estado independiente. De la lengua propia al derecho a decidir y tiro porque me toca”.

Ignacio Martín Blanco, politólogo y periodista, en Cuadernos de Pensamiento Político, número 51 (julio 2016)

El síndrome

Que quede claro: Ciudadanos está en contra de la inmersión lingüística obligatoria en Cataluña. Nadie debe dudar de esto. Y dejémoslo dicho también, ya: para Ciudadanos, que se aplique este sistema educativo -pese a lo que han ordenado los tribunales de justicia- no es una línea roja para negociar un posible gobierno en España.

Así lo han señalado, directa o indirectamente, los dirigentes de la formación naranja en las últimas semanas. Carlos Carrizosa, en declaraciones a El País (28 de febrero): “No puedes estar con un mensaje unívoco en cosas que no son prioritarias para la sociedad”. Se refiere a la defensa del bilingüismo en Cataluña. Poco después, en rueda de prensa (domingo, 6 de marzo), el mismo Carrizosa confirmaba que el pacto con el PSOE no toca la inmersión lingüística en las escuelas de Cataluña. Si Ciudadanos quiere crecer, viene a decir la dirección del partido, la formación debe abandonar ciertas posiciones aunque estas sean nucleares y fueran motivo para su fundación a partir de 2005.

Seguir leyendo

En defensa de la libertad y la legalidad, y contra el acoso nacionalista

Recientemente, varios partidos políticos nacionalistas catalanes (CiU, ERC, ICV, CUP) participaron activamente en Mataró en un deleznable acto de acoso hacia una familia de la Escuela Pía Santa Anna.

Esta familia simplemente había pedido para sus hijos un modelo educativo en el que hubiera un mayor equilibrio en el número de asignaturas impartidas en las dos lenguas oficiales. El sistema actual excluye sistemáticamente el castellano de las aulas, reduciéndolo al nivel de una lengua extranjera.

Es inadmisible que estos partidos pidan impunemente el desacato de las sentencias y, lo que es peor, que fomenten a través de sus asociaciones afines y subvencionadas con el dinero de todos el acoso y el aislamiento de ésta y otras familias que simplemente reclaman unos derechos pisoteados por la Administración catalana, tratándolos como si fueran unos inadaptados, cuando no unos apestados y enemigos de Cataluña.

¿Sería socialmente admisible una actitud semejante de acoso contra cualquier persona o colectivo que reclamara sus derechos reconocidos por la Constitución y amparados con sentencias judiciales?

¿Se toleraría impunemente en cualquier país de nuestro entorno un desacato reiterado a las sentencias firmes de los Tribunales de Justicia por parte de un organismo oficial?

Es impresentable que un partido como el PSOE, que puede ser alternativa de gobierno, siga aún defendiendo, a través del PSC, la inmersión lingüística forzosa en catalán y la exclusión del castellano, y que se alinee con estos partidos criticando al gobierno de la nación por haber presentado un recurso contra el modelo de inscripción en las escuelas catalanas.

Dicho modelo es a todas luces ilegal, ya que no pregunta a los padres en qué lengua materna y oficial de Cataluña quieren la escolarización de sus hijos en los primeros años de la enseñanza, tal como prevé la ley.

Las diferentes sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), corroboradas por el Tribunal Supremo (TS), obligan a que se imparta, como mínimo, un 25 % de las clases en lengua castellana, incluyendo una asignatura troncal, lo cual no supone ningún ataque contra la lengua catalana, por mucho que así lo quieran vender los políticos nacionalistas que, disfrazados de su habitual victimismo, arremeten de forma antidemocrática y con métodos de presión que rozan el más puro fascismo contra los que no comulgan con su credo.

Las asociaciones y partidos abajo firmantes exigen el cumplimiento de las sentencias que suponen el fin de la inmersión forzosa en catalán, y piden que si el Gobierno de la Generalidad se mantiene firme en la deslealtad institucional y el desacato a las sentencias, les sean retiradas las competencias de educación y que sean devueltas al Gobierno Central

Asociación por la Tolerancia
Asamblea por una Escuela Bilingüe
Agora Socialista
Círculo Balear
Círculo Cívico Valenciano
Foro España Hoy
Galicia Bilingüe
Impulso Ciudadano
Libres e Iguales
Mesa por la Libertad Lingüística
Movimiento Cívic d’Espanya i Catalans
Movimient Cívic 12-0

Ciutadans-Partido de la Ciudadanía (C’s)
Partido Popular de Cataluña (PPC)
Unión Progreso y Democracia (UPyD)
Vox

16 de Mayo de 2015

¿Trilingüismo?

La Generalitat de Cataluña aplica la inmersión lingüística obligatoria en catalán en las escuelas públicas. Un sistema que es de inmersión para los niños castellanoparlantes, pero que es de educación -sin más- para los catalanoparlantes, pues a estos no se les inmersiona en ninguna lengua que no sea la suya propia. Al margen de esta consideración quedan, como no, los niños bilingües, que existen. Doy fe de ello.

Las escuelas privadas, las que quieren, aplican la inmersión lingüística en inglés, francés, alemán o italiano, por ejemplo. Y los colegios concertados -privados que reciben dinero de la Generalitat para mantener el sistema de educación universal- juegan sus cartas: precios más bajos que los privados con ofertas atractivas en servicios, instalaciones, sistema educativo y, también, lingüístico.

Seguir leyendo