Ganó Alfredo Pérez Rubalcaba y en el PSC esperan una travesía del desierto como nunca se ha visto en la calle Nicaragua. Sin la Generalidad, sin el Ayuntamiento de Barcelona, sin la Diputación de Barcelona, sin cargos que enviar a la Moncloa y ministerios varios. 487 delegados votaron por él y 465, por Carme Chacón. Ya se sabe que no ha sido la votación más ajustada ni tampoco se ha votado contra una catalana. Pero, ¿se ha votado contra el PSC?
Hasta esta cita socialista, el PSC supo pujolear y jugar con todos los candidatos en liza a hacerse con la Secretaría General del PSOE. Esto no ha ocurrido en esta ocasión. Todas las manzanas se han puesto en el mismo cesto. A lo mejor dentro de un tiempo se sabrá si, finalmente, los delegados del PSC al congreso del PSOE votaron todos (menos uno) a Chacón. Fueron 101. Todos los cálculos indicaron antes del cónclave que 100 de esos votos iban a la dirigente del PSC. Nadie lo ha desmentido tras la victoria de Rubalcaba.
Si esto fuera así, Montilla, el olvidado, tendría razón. Se lo dijo a Zapatero el verano de 2008:
“Ya conoces también el dicho de que quien bien te quiere, te hará sufrir, ¿no? Y como toda expresión de la cultura popular, algo de razón lleva. Y el dicho viene a cuento de lo que sucede, porque sí, José Luis, los socialistas catalanes te queremos bien, y creo que hoy lo has podido comprobar nuevamente. Te queremos mucho, pero aun queremos más a Cataluña y a sus ciudadanos. Los queremos apasionadamente, nos debemos a ellos, nos debemos a Cataluña, a sus ciudadanos, a sus problemas, a sus expectativas, a sus justas demandas, a su lengua, a su cultura, a su Estatuto, y vamos a defenderlos con todas nuestras fuerzas”.
Es decir, si les dan a elegir, en el PSC prefieren antes a Cataluña que al PSOE. Lo cual suena muy bonito en el día a día, sobre todo en la Comunidad y especialmente al oído de los nacionalistas, pero no en un congreso federal en el que hay que escoger entre un candidato militante del PSOE y otra, del PSC. Y si en el PSC prefieren a Cataluña antes que al PSOE, ¿por qué no van a preferir en el PSOE antes al propio PSOE que al PSC?
A esto hay que añadir las declaraciones de intenciones más variopintas que surgen de la calle Nicaragua. Día sí, día también. Pere Navarro se postulaba, en abril, como candidato a primer secretario del PSC con la intención de “catalanizar el PSOE”. Ni una, ni dos, ni tres veces se ha dicho y recordado que el PSC y el PSOE son dos partidos jurídica y tributariamente distintos. Y lo son. Pero, claro, luego hay que votar en un congreso federal. Por no hablar de la intención de formar un grupo parlamentario separado del PSOE en el Parlamento Europeo. ¿O acaso se creen en el PSC que se puede decir lo que se quiera durante 364 días y, en un día, hacerse con la dirección del PSOE? Con Alfonso Guerra y Felipe González en contra. ¿En qué mundo viven los dirigentes del PSC?
Algunos dicen que Chacón perdió el congreso por su discurso (los mismos, en algunos casos, que la daban ganadora solo 24 horas antes). Si los números hubieran salido, ahora mismo la elogiarían y recordarían que su intervención fue emotiva y vibrante, que la aplaudieron más que a Rubalcaba y que tiró de sentimientos, que es lo que lleva haciendo desde que entró en la órbita de Zapatero.
Pero, sin embargo, no se apunta -y dudo que se haga desde Cataluña- que el bloque de los dálmatas (así, 101 dálmatas, se autocalificaron los socialistas catalanes que acudieron al XXXVIII Congreso Federal del PSOE), al acudir sin fisuras, sin reflexión posible, sin dar opción a la otra candidatura (ni siquiera por pura estrategia), pueden haber conseguido el efecto contrario al deseado. Frente a una federación (partido) que se presentó pensando en apoyos territoriales en lugar de ideológicos la primera reacción es dudar de su socialismo. Los cachorritos han dado una imagen de ser otro partido, porque quieren más a Cataluña que al PSOE, porque Chacón erauna de los nuestros. ¿Solo 22 de diferencia, seguro?