Diez incógnitas previas al 25N

El presidente autonómico se dirige al atril del hemiciclo del Parlamento autonómico antes de pronunciar su discurso en el que anunció el adelanto electoral (foto: Parlamento autonómico).

1. ¿Qué pasa si CiU no supera los 62 escaños actuales? La apuesta de Artur Mas es a todo o nada. Lo ha dejado claro en la parte final del discurso de este martes: quiere ser el mesías del proceso de secesión de Cataluña. Bien, ¿y si su apuesta se queda en 57 escaños? ¿Habrá suficiente masa crítica en CiU como para apartarlo del camino? Mas intenta cruzar el Rubicón y aún no sabe si la corriente independentista se lo llevará por delante. Ahora mismo, CiU y ERC suman 72 escaños en el Parlamento autonómico, más los cuatro de Solidaritat, 76. Esa es la cifra que lleva en la espalda Mas. Una encuesta interna de CiU les da mayoría absoluta. Dos palabras: Mas no ha citado ni “independencia” ni “referendo” en su proclama.

2. ¿Unió se ha convertido al independentismo? Josep Antoni Duran i Lleida ha señalado y repetido, una y mil veces, que él no es secesionista. Ni él ni su partido, UDC. Duran es la máxima expresión de la puta y la Ramoneta. Esto se ha acabado. CiU debe definir un programa electoral claro y contundente en el aspecto de modelo de Estado (ya sea este el compartido con el resto de españoles o uno nuevo para Cataluña). Si no, ERC y Solidaritat, sobre todo, pero el resto de partidos, también, tendrán munición electoral para toda la campaña. En este camino el que puede perder es Unió. Hace solo unos días un alto dirigente democristiano aseguraba que no le convencía el “lío” en el que los estaba metiendo Mas, eso y que él no es independentista. ¿Para qué han servido las reuniones y declaraciones de los empresarios catalanes?

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Pujol, omnipresente

A Convergència Democràtica de Catalunya (CiU, por extensión) le ocurre como al PRI mexicano o al nuevo kirchnerismo argentino, o, por qué no, al PC chino. Tantos años en el poder ejecutivo les atrofia la visión del mundo real, el que les rodea. No distinguen entre partido y gobierno. También ocurre en otros lugares de España. Andalucía, verbigracia. Y con el PSOE como protagonista. Quizás, también en Galicia, con el PP.

En Cataluña, un ejemplo del control absoluto que ostenta CiU se puede ver (o, precisamente, no ver) en las sombras de Jordi Pujol en la política autóctona. Son muchas. Innumerables. Pero hay una que, muy sutilmente y con la boca pequeña, desmiente el propio ex presidente autonómico sin que obtenga respuesta. Es un ejemplo del mito que se crea alrededor de los populismos. Como si Néstor guiara a Cristina en la Casa Rosada.

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