Tumbas

La construcción de monumentos es uno de los elementos patrióticos en todos los países. En ocasiones son una muestra más de exacerbación nacionalista.  José Álvarez Junco le dedica una decena de páginas en su Mater dolorosa al concepto de monumento patriótico en el imaginario español. En Cataluña, por ejemplo, el tricentenario de la Guerra de Sucesión es motivo suficiente para inundar la agenda institucional de actos y conmemorar una serie de batallas -sobre todo la de Barcelona- cuyo epicentro festivo se centra en los restos históricos localizados en el Borne. En esta línea, las tumbas también gozan de buena salud sentimental. Así, hay que recordar que Artur Mas acudió a ver en 2010 a Wifredo el Velloso, muerto hace más de 1.100 años. Ahora, en Madrid, en unas semanas, empezarán a buscar -una vez más- los restos de Miguel de Cervantes. Una mezcla de cultura y turismo.