Unidad

En los últimos días, desde la Generalidad, los partidos independentistas (que lo son en mayor o menor grado), la ANC, las entidades del entramado secesionista y la prensa afín se ha recordado que “la unidad” de acción de todos ellos es fundamental. Una unidad con la vista puesta en el 9N. Todos buscan una “unión” que, declaración arriba declaración abajo, ya se practica. Sorprende que la palabra “unión” sea, ahora, no solo reclamada sino que puesta en valor por los mismos que utilizan el término “unionista” para calificar a los partidos políticos, entidades o prensa que han optado por situarse (en mayor o menor grado) a favor de que España siga teniendo los mismos límites territoriales actuales. Concepto, por cierto, que no es compartido por los señalados. Es decir, el término o palabrejo en cuestión tiene una carga positiva o negativa en función del que lo defienda. Unión, unión, unión fue lo que se reclamó el 12 de octubre en la Plaza de Cataluña de Barcelona, y lo mismo (unidad, unidad, unidad) siete días después. Eso sí, los segundos reclaman una unión a medias, pues consideran esta unidad de acción… de la mitad de la población. Y esto sin tener en cuenta uno de los lemas coreados en la asamblea ciudadana de Podemos, hace una semana, un lema conocido por todo el mundo: “El pueblo, unido, jamás será vencido”.