
Palco presidencial del Camp Nou durante el himno nacional y la pitada por parte de aficionados del Barça y del Athletic (foto: ‘El Plural’).
Dice el editorialista de El País que “los presidentes de Cataluña y País Vasco deberían pronunciarse sobre la pitada al himno y al Rey”. Se refiere a lo sucedido el pasado sábado durante la Final de la Copa del Rey de fútbol, entre el F.C. Barcelona y el Athletic de Bilbao. Desde luego, una expresión de odio en toda regla. Aparentemente minoritaria pero muy ruidosa. Artur Mas, a quien se le insta desde El País a que se pronuncie, ya lo hizo, por activa y por pasiva -como se muestra en la imagen que acompaña este post-. ¿Acaso se le pide que reconozca su arrepentimiento? Sin embargo, lo más sorprendente del texto editorial es la parte en la que se admite la victoria de los que se sitúan al margen de la ley: “Lo de los pitidos no tiene solución que no implique riesgos graves: no es posible suspender el evento antes de que ocurra la ofensa ni prohibirlo una vez producida con 90.000 personas en el estadio; y tampoco plantear sanciones indiscriminadas”.