Roberto Augusto: “El nacionalismo es una especie de religión política”

El libro está editado por Laetoli en la colección ¡Vaya timo!

Silencio absoluto. Eso es lo que ha encontrado Roberto Augusto tras la publicación del libro El nacionalismo ¡vaya timo! La obra se publicó el pasado mes de febrero pero no busque referencias al respecto, apenas las encontrará. El libro está escrito desde fuera de las trincheras políticas -“habría tenido más repercusión mediática si lo hubiera hecho desde una posición enconada”-  y, como defiende su autor, profesor en un instituto en Cataluña y doctor de Filosofía, “no defiende intereses partidistas”.

El libro no gustará a nadie de los que defienden posiciones dogmáticas porque intenta analizar el concepto nacionalista desde la filosofía y la teoría. Sin renunciar a los ejemplos y a temas como el de la lengua. Augusto asegura que ha buscado cerrar “un análisis objetivo y profundo” de un tema, el nacionalismo, al que se opone frontalmente desde la racionalidad. Pero, sobre todo, el autor se ha marcado un objetivo con este libro: “Hacer pensar a la gente”.

Es un libro que no le gustará a nadie que esté en las trincheras.

No es un libro de trincheras. Creo que es un libro que tiene un largo recorrido y mi objetivo no es favorecer a un partido o a unos intereses o a una ideología predeterminada, sino analizar de una manera objetiva el fenómeno.

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Daniel Fernández: “Si la cumbre se plantea como un contrato de adhesión es que Mas no está por el pacto fiscal”

El PSC está preparando el proceso de primarias que, por primera vez en Cataluña, será a través de un sistema abierto a la ciudadanía. El objetivo es acercar el partido a las personas y elegir al candidato socialista para la próxima cita electoral, prevista para 2014. Tras el peor resultado de su historia en unas elecciones autonómicas, Pere Navarro se hizo con la dirección del partido, sustituyendo a José Montilla, y ha confiado, entre otros, en Daniel Fernández, congresista y secretario de Organización del PSC. Es uno de los máximos responsables de la renovación total del PSC.

Daniel Fernández, el primero por la izquierda, junto a Pere Navarro, Antonio Balmón y Manel Bustos, la cúpula del PSC (foto: PSC).

En una entrevista para LA VOZ DE BARCELONA, Fernández ha explicado la posición del PSC sobre el pacto fiscal propuesto por CiU, también ha defendido la inmersión lingüística, que excluye el español como lengua vehicular en las escuelas de Cataluña, ha abogado por más políticas de izquierdas en Europa, con la esperanza que trae la socialdemocracia encabezada por el francés François Hollande, y el objetivo que se ha marcado el PSC a corto plazo: apoyar a la Generalidad para que salgamos de la crisis lo antes posible.

¿Qué sensación hay en el PSC tras la victoria de François Hollande y lo que esto significa para Europa?

Si la victoria de Hollande sirve, y esperamos que sí, para que la política ideológica de control del déficit sea superada por una política económica mucho más razonable, que es combinar el déficit con políticas de crecimiento, es una buena noticia. Pero no solo para los socialistas, es una buena noticia para cualquier catalán, o español, que sea consciente de que si seguimos por esta vía, la del déficit cero, podemos acabar exhaustos. Tenemos la esperanza de que la victoria de Hollande contribuya a cambiar la política económica en la línea socialdemócrata, que defienden distintos economistas de prestigio y que aplica Obama desde hace varios años (totalmente distinta a la que aplica Angela Merkel)… y que quiere el SPD alemán, que espero juegue un papel muy relevante en Alemania tras las próximas elecciones. Nunca la victoria de un socialista en Francia ha sido tan importante para los intereses de Cataluña y España.

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Giménez Barbat: Rosa Díez quiso entrar en C’s antes de crear UPyD

María Teresa Giménez Barbat fue una de las quince personas que el 7 de junio de 2005 dieron la cara en público firmando un manifiesto en el que se defendía la necesidad de un nuevo partido político en Cataluña. Tras 23 años de pujolismo, el PSC había llegado por primera vez a la Generalidad en 2003, pero los grandes rasgos (y los peores defectos) de CiU se mantuvieron en el Gobierno autonómico. El PSC, junto a ERC e ICV-EUiA, solo aportó más nacionalismo.

Frente a esto, un movimiento, inicialmente transversal, se puso en marcha y recogió un sentir popular. En 2006, solo un año y tres meses después del primer manifiesto, una nueva formación política, Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía, entraba en el Parlamento autonómico: 89.567 votos. Fue el resultado, en mayor o menor medida, de estos quince intelectuales: Félix de Azúa, Albert Boadella, Francesc de Carreras, Arcadi Espada, Ana Nuño, Félix Ovejero, Félix Pérez Romera, Xavier Pericay, Ponç Puigdevall, José Vicente Rodríguez Mora, Ferran Toutain, Carlos Trías, Ivan Tubau, Horacio Vázquez Rial y la propia Giménez Barbat.

De lo que se coció antes y después de aquel junio de 2005 Giménez Barbat fue privilegiada protagonista. Ahora cuenta su versión de lo que ocurrió entre los quince promotores. Sobre todo, sus discrepancias, que las hubo. También cómo se formó Ciutadans de Catalunya, plataforma embrionaria de lo que posteriormente (julio de 2007) fue Ciudadanos. Y la discusión sobre si el partido tenía que ser de izquierdas o de derechas.

La antropóloga, impulsora de Tercera Cultura y del Foro Humanismo Secular, concede esta entrevista a LA VOZ DE BARCELONA en su domicilio de Tarragona para hablar de su libro Citileaks. Los españolistas de la Plaza Real (Sepha, 2012), cuya obra cuenta con una página en Facebook en la que se publica material adicional.

¿Por qué Citileaks? ¿Por qué Los españolistas de la Plaza Real?

Lo de Citileaks está claro. Es oportunista, Wikileaks fue mediático. Lo de españolistas es absolutamente irónico. Nos llamaron botiflers, renegados… y españolistas es un insulto, en Cataluña. Bueno, intelectuales también lo utilizaron como un insulto en un momento determinado. Y lo de la Plaza Real porque nos reuníamos en el Taxidermista que estaba en la Plaza Real de Barcelona.

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