Es cómico que comunistas marxistas se separen doctrinal y físicamente de los fascistas. ¿No se han enterado de que nazi significa nacional-socialista, y de que lo común a Lenin, Stalin y Hitler es una versión totalitario-mesiánica del socialismo? La divisoria está en defender un socialismo democrático -como empieza a plantearse Saint-Simon hacia 1815- y el socialismo eugenésico apoyado sobre el exterminio o cuando menos la esterilización de las clases medias altas. Resulta asombroso seguir oyendo que Hitler -un devoto incondicional de Lenin- no es socialista en su sentido. En España, por ejemplo, basta leer los textos de Ledesma Ramos y José Antonio para comprobar su adscripción a un totalitarismo dispuesto a fulminar tanto el derecho hereditario como la tradición liberal. Mi padre fue uno de los fundadores de la Falange (creo que hay una línea del Cara al Sol escrita por él) y, al igual que Ridruejo y otros muchos, empezó siendo socialista de Besteiro, decepcionado por atrocidades gratuitas como quemar conventos, violar monjas y asesinar a Calvo Sotelo, líder de la oposición. ¿Qué tal ver a Rubalcaba cosido a balazos por un capitán de la Policía Municipal, y a todo el PP aplaudiendo en Cortes la “liquidación de ese gusano”? Mi padre, que había luchado en el bando republicano, se pasó aprovechando la batalla del Ebro. Un análisis de las deserciones de cada bando -y disponemos de los datos oportunos- despejará cualquier duda sobre la autoridad moral de una u otra causa en aquel preciso momento. Por lo demás, jamás me podré perdonar las críticas que le hice a mi padre, y su amargura al ver que ese arrogante pipiolo era lo bastante trivial como para querer reeditar la Guerra Civil.
Mes: December 2013
El Gobierno no aprueba leyes

Apertura de la versión digital de ‘El País’ la tarde del viernes 20 de diciembre de 2013.
“El Gobierno aprueba la ley del aborto más restrictiva de la democracia” o “La nueva ley del aborto suprime el supuesto de malformación del feto”. Son dos ejemplos (El País y La Vanguardia, respectivamente) de apertura en portada de la tarde de este viernes en las versiones digitales de la prensa en España. Los diarios nativos de internet titulan de forma similar.
Sin embargo, el Consejo de Ministros de esta semana (de hoy) no ha aprobado ningún proyecto de ley, y mucho menos una ley, pues el Ejecutivo no aprueba leyes; como mucho decreto-leyes, que han de ser ratificados por el Congreso. El ministro de Justicia ha dado cuenta al resto de ministros de un informe sobre el anteproyecto de ley que pretende reformar la conocida como ley del aborto y titulada Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo, en vigor desde 2010.
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Obiang y Castro, en ‘El Periódico’
El Periódico le dedica sus primeras 13 páginas y un editorial a Nelson Mandela, fallecido el pasado jueves. Líderes políticos, sociales y de todos los ámbitos lamentan la muerte de una persona que se convirtió (en vida) en algo más que un símbolo en defensa de los derechos civiles (con sus sombras). El diario recoge las condolencias de los máximos líderes políticos del mundo con la peculiar distinción entre lo que es Teodoro Obiang y lo que es Raúl Castro. De dictador a presidente, según los prejuicios.
¿Dónde está la izquierda en Cataluña?
Para quienes no somos nacional-populistas, la nación es el resultado del quehacer de una sociedad, que tiene que manifestar en su diaria construcción los conflictos que se plantean entre intereses diversos. Nosotros podemos creer en la necesidad de la cohesión social, pero no podemos aceptar esa tramposa apreciación de Cataluña, más estética que cultural, sobre la que se establece la evaporación de los conflictos sociales, que pasan del estado sólido al gaseoso gracias a la renuncia a una cultura obrera, popular y nacional, que ha querido disolverse en una simple “cultura general” que a todos gratifica, que a todos concilia, y que al final a todos representa. En la liquidación de un espacio cultural propio, tan nacional como el de los nacionalistas, en la aceptación de un solo espacio común, se encuentra un grave error de perspectiva. Fragmentar a las clases populares a favor de la unidad del proyecto nacional es una de las expresiones más obvias y lacerantes, incluso observables en las encuestas electorales, que estamos sufriendo en estos tiempos. […] ¿Dónde están los instrumentos de la izquierda para hacer que Cataluña vuelva a ser una sociedad abierta, conflictiva, plural, reticente ante la hipertrofia simbólica, capaz de denunciar el temblor de la falsificación de quien dice firmar nuestros complejos procesos de identificación con la identidad simplificada de su nombre?