Batet y O’Donnell

Tarragona recuerda la casa en la que nació Batet / Foto: DTG

Tarragona recuerda la casa en la que nació Batet / Foto: DTG

Domingo Batet fue uno de los militares más íntegros que dio la década de los años 30 del siglo XX. Olvidado durante el franquismo (fue fusilado en 1937), la democracia ha ido recuperando, lentamente, el papel que jugó durante la II República y los primeros meses de la Guerra Civil (lejos de su participación en la sanjuana de 1926). Batet se mantuvo fiel a la legalidad republicana, tanto en 1934 (dio orden de bombardear el Palau de la Generalitat de Cataluña, tras el intento de insurrección de Lluís Companys) como en 1936 (oponiéndose al golpe de Estado de Franco).

Echando la vista atrás, otro personaje podría situarse como contrapunto de Batet. Se trata de Leopoldo O’Donnell. En 1854 fue uno de los cabecillas del pronunciamiento conocido como la vilcalvarada, luego renombrado como revolución, y que le llevó al gobierno. Tras la salida del ejecutivo del viejo Espartero, O’Donnell ocupó la presidencia unos meses (en 1856) y se dedicó a aplastar la resistencia de la milicia que le había ayudado dos años antes. De esta manera, el que después sería honrado con el Ducado de Tetuán, pasó de promover una revolución a acabar con ella. En siglos distintos, pero ante situaciones políticas similares, Batet y O’Donnell actuaron de forma diferente.

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Tags: Domingo Batet, Leopoldo O'Donnell, revolución de 1854