Pregunta: En sus obras se percibe que usted siente una gran admiración por los catalanes, por sus logros históricos. Pero al tiempo ha tenido la honestidad intelectual de intentar atenerse a la verdad. ¿Cómo se han tomado los catalanes su esfuerzo de rigor?
John Elliott: Por lo general se recibió bien mi libro [“La revuelta de los catalanes”, 1963]. Pero Ferrán Soldevila, el gran historiador catalán, con el que hablé muchas veces y me trató muy bien, estaba muy triste por mis planteamientos. En ese momento el grupo de Jaume Vicens Vives, que intentaba desmitificar la historia de Cataluña, estaba cogiendo mucha fuerza en la sociedad catalana y eso fue una buena cosa para mí y mi libro. Hasta cierto punto Vicens y sus discípulos estaban cambiando las ideas atrasadas. En aquel momento yo pensaba que Vicens había ganado la batalla.
Pregunta: Pero parece que al final no…
John Elliott: Desgraciadamente. Desde los años 80 en adelante ha habido una reacción contra algunos planteamientos de Vicens y su grupo, algo que suele pasar en la historiografía. Ha habido cierto retorno a la explicación nacionalista de la historia catalana. Me da pena, porque yo fui de los que intentaron desmitificar y veo que han regresado los mitos. Por ejemplo, aquel congreso de “España contra Cataluña” de hace un par de años, al que no asistí. Aquello no era un planteamiento histórico. ¿Qué es España en el siglo XVII? ¿Qué es Cataluña? Se niega la posibilidad de que un pueblo tenga más de una identidad, la pluralidad de mentalidades. Todo depende de quién es el gran enemigo en cada momento.