El primer día

¿Se agota una obra literaria el primer día que se pone a la venta? Ya nadie lo recuerda. Solo teléfonos (aquí y en China), robots, tabletas digitales o gadgets (y alguna que otra cosa extravagante o solo para coleccionistas) pueden colgar el cartel de completo por venta total. Pasear por la Gran Vía de Madrid es desolador con apenas una isla entre el mar de venta rápida y del esto-quiero-esto-compro. Ni los best sellers o los libros del cotilleo republicano se agotan el primer día. Otros, necesitan comentarios y se compran por morbo. Quizás el mundo digital ayude a la lectura. Ya se verá. Desde luego, permitirá evitar que se cuelgue el cartel de “agotado el primer día” de su puesta a la venta. El libro y el papel, ese binomio objeto de deseo.